Covadonga, Lagos Enol y Ercina. segunda parte, por Azazel

Hola, Universo conocido:
Soy Azazel, y Rixar me ha puesto verde, perdòn, azul, por no haberme centrado en la excursiòn a la Basìlica de Covadonga, el pasado Sabado.
Asì que me centrarè un poco, o me quedo sin postre, y esa amenaza consigue que los deseos de mi jefe sean Ordenes ejecutivas nnññññ¡
LA visita a Covadonga tiene una duraciòn de seis horas, se inica la las 9 de la mañana, desde el hotel donde los clientes estàn alojados.
Salimos direcciòn Cangas de Onìs, y en una hora estamos correteando por el puente romano. êste puente no es romano igual que Rixar es cualquier cosa menos taxista...
Fue construido en la edad media sobre los restos de un puente romano. Y es para mi , despuès de la sidra y del queso Cabrales el Monumento màs representativo de Asturias. (Quièn dude que la sidra y el cabrales son monumentos que no se acerque a mi..gggrrrr)
Despuès de las fotos de rigor; soy un gran fotògrafo, como habreis podido comprobar en entradas anteriores, (yo soy en que le hace las fotos a Rixar en las excursiones ; y nunca le saco... siempre salen paisajes, ji,ji,ji)
Salimos a Covadonga, en 10 minutines estamos delante de la Basìlica:
Entramos y con un poco de suerte podemos quedarnos, si es domingo, a la misa cantada por la escolanìa de Covadonga... El edificio es de piedra rojiza que destaca con el verde de alrededor. En las veletas hay unas representaciones de Gallos en metal que vigilan el regreso de los musulmanes y que darìan la voz de alarma al verlos...

Es curiosa la estatua del Rey Pelayo con la Cruz de la Victoria,
que cuenta la leyenda:
La cruz en madera, le fue entregada por un pedigueño y con la que le dijo que ganarìa la batalla contra el Musulman Alkama. Le iba a hacer falta por que las huestes del Rey pelayo apenas eran 300 contra 3.500 musulmanes...
A continuaciòn un texto para que etenais las circunstancias de la Reconquista y lel papel del Rey Pelayo en la misma.

"En la biografìa del rey Pelayo tenemos que enfrentarnos al reconocido papel que tuvo en la Reconquista y a la vez aceptar el desconocimiento sobre quièn era realmente.